Adaptación - Agua

El Plan Integral de Desagües es el marco de la planificación de la cuestión hídrica en la ciudad, con el fin de mejorar las condiciones de gestión y control de las aguas pluviales, y de realizar una adecuada captación y conducción de las mismas, así como preservar las condiciones de drenaje. Se trata de ampliar y actualizar esta planificación -elaborada en la década de los 60-, que desarrolló un gran avance en su ejecución a través de la observación de la lluvia de un periódico histórico de 18 años. En este contexto, los proyectos que se realizan mantienen la dinámica hídrica correspondiente al plan citado. Se trabaja en la construcción de los conductos que completan dicho plan.

Asimismo, se formulan diversas alternativas para mejorar la capacidad del sistema frente a nuevos regímenes de lluvias y al aumento de la impermeabilización del suelo.

En lo que respecta a las obras de completamiento, el presupuesto del Conducto Arijón asciende a $1.234.970.691,51, el Emisario Génova a $ 439.092.415,31, y los desagües pluviales del Bº Alvear a $ 231.743.654,12, para un total de $ 1907 millones. Cabe señalar, que desde la Municipalidad se están elaborando los pliegos de acuerdo a los requerimientos de Nación para el financiamiento de las obras por el Sistema de Gestión Obras.

A fin de controlar el agua, combatir la degradación y su capacidad de drenaje de los cursos de los arroyos Ludueña y Saladillo se prevé el desarrollo de una serie de estructuras de regulación y otras operatorias y proyectos que buscan proteger a la población y prevenir posibles inundaciones. Las obras del Ludueña buscan retardar el flujo y disminuir el caudal en los cauces principales. Para este arroyo se ha previsto la construcción de las siguientes presas: cierres Ibarlucea, Salvat y Roldán. Mientras que, las intervenciones para los bajos del arroyo Saladillo, prevén la recuperación y estabilización de la cascada llevada adelante por el gobierno provincial. A estas intervenciones se asocian otras operaciones que se abordan desde la perspectiva ambiental, mediante el análisis de la calidad de agua de ambos cursos de agua que permitan obtener información para la gestión de la recuperación ambiental de los mismos. Esta iniciativa es realizada desde el Municipio en coordinación con la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR.

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La expansión del sistema de cloacas apunta a mejorar el hábitat urbano y las condiciones de salud, higiene y ambiente de la población. Se busca otorgar este servicios a aquellos sectores de la ciudad que todavía no cuentan con ello. La implementación de este plan se desarrolla por etapas a fin de dar una mayor cobertura, evitando así la contaminación de la napa freática y la inhabilitación del recurso para otros usos. Desde la Secretaría de Obras Públicas se trabaja en la realización de proyectos y gestión del financiamiento para la ejecución de obras con organismos nacionales, aunque la responsabilidad del diseño y operación del sistema cloacal urbano es competencia de ASSA (Aguas Santafesinas, SA). A continuación se presentan los siguientes proyectos, algunos de ellos ya se encuentran en desarrollo y otros a la espera de la aprobación de los pliegos por Nación: Estación elevadora de líquidos cloacales del Barrio 7 de Septiembre. Loteo Colombres: $ 30.736.667 ( presupuesto Oficial a fer.2022). Fisherton Noroeste: $ 87.771.588. Hostal del Sol Este: $ 896.696.761,50. Parque Habitacional Ibarlucea y Cristalería: $ 868.724.911,52. Por su parte, se encuentran en obra la Estación elevadora y el Loteo Colombres.

Se prevé la construcción de obras e infraestructuras que permitan el tratamiento de los líquidos cloacales previo a su descarga, mejorando así la calidad del efluente. Por medio de estas estructuras de saneamiento, se atendería a los parámetros de vuelco recomendados por la ley provincial N° 11.220 del año 1994. Además, se promueve la conservación del río Paraná y se contribuye a su preservación. Cabe destacar que el ámbito competente para el desarrollo de este proyecto es el nivel provincial, y a través de Aguas Santafesinas, S.A. (ASSA) se gestiona los efluentes cloacales y la provisión de agua potable.

Algunos sectores de la ciudad poseen un sistema de desagües pluviales a cielo abierto o zanjas, que sirven para canalizar y desagotar el agua de lluvia. Con el propósito de permitir el flujo del agua y evitar los efectos adversos que produce su acumulación excesiva, las obstrucciones y el anegamiento en la vía pública, el sistema es mantenido de forma periódica para un adecuado funcionamiento. Se prevé el mejoramiento de protocolos de actuación para el mantenimiento de las zanjas en caso de lluvias intensas, o fenómenos hidrometeorológicos para resolver el riesgo de inundación. Cabe señalar que el drenaje a cielo abierto frente a los domicilios es provisorio, y se apunta a la eliminación progresiva de este tipo de desagüe (mediante la ejecución de cloacas y pavimento con cordón cuneta). En la actualidad se cuenta con 1.075.500 metros lineales de desagües a cielo abierto.

Rosario ha elaborado en el marco de su PLAC 2030 instrumentos de análisis de riesgo de inundación que conforme a las medidas que constan en el eje de Resiliencia y Riesgo se actualizarán periódicamente, específicamente a través de la herramienta del mapa de riesgos múltiples. Esta medida, en diálogo con las del mencionado eje, busca mayor especificidad respecto al riesgo de inundación y desborde de los arroyos Saladillo y Ludueña, así como en la actualización de Sistemas de Alerta Temprana elaborados conjuntamente con las comunidades. Se deberá proveer a las comunidades locales con información actualizada sobre las alturas alcanzadas y se buscará anticipar la respuesta. Esta medida se aborda conjuntamente con diversos actores, incluyendo la provincia de Santa Fe.

La principal causa de inundaciones urbanas es la ocupación de los valles de inundación natural. Para ello, se han establecido normas con zonificaciones que regulan el uso de los suelos sobre las zonas usualmente afectadas por las crecidas de los arroyos Ludueña y Saladillo. Dichas normas preservan el área inundable de los arroyos e impiden el desarrollo de urbanizaciones, construcciones y emprendimientos sobre las zonas usualmente afectadas por las crecidas. En base a las zonificaciones, se definieron diferentes restricciones y medidas básicas para la defensa y protección de la población, y se establecieron las siguientes normas complementarias en correspondencia con la planicie de inundación de ambos arroyos: Ordenanza No 7.336/2002 para el arroyo Saladillo; y Ordenanza No 8876/2011 para el arroyo Ludueña y afluente. A su vez, en los lugares ya urbanizados fijan un nivel mínimo para las construcciones con la finalidad de impedir el anegamiento de las viviendas.

La medida busca promover la sensibilización en la comunidad local respecto a los impactos y riesgos del cambio climático en los recursos hídricos de la ciudad, incluyendo las sequías e inundaciones entre otros. Las campañas se concentrarán en la provisión de información clara, accesible y actualizada, así como en recomendaciones concretas para la toma de decisiones por parte de las comunidades. Se buscarán dispositivos informativos de distinta naturaleza atendiendo a poblaciones con características diferenciales.